Crème brûlée al pistacho

Tenemos el fin de semana encima y, como siempre, he buscado un postre para disfrutarlo en casa junto a la familia.

La Crème brûlée o crema quemada lleva este nombre dado a sus ingredientes, por un lado la crema tipo pastelera y por otro la cubierta de azúcar que, al caramelizarse, forma una agradable capa crujiente.

Versiones hay muchas, la idea es ir aromatizando la crema con diferentes ingredientes, como vainilla, café, licor o frutos secos.

En este caso con pistachos queda delicioso, a mi la verdad es que siempre me han gustado los pistachos, el problema en el que siempre topo es que nunca los veo sin salar y entonces me limita mucho a la hora de preparar postres y pasteles, pero esta receta requería de poca cantidad y entonces encontré unos sobrecitos salvadores con el que pude sacar el deseo.

Receta para dos personas:

250 de crema ligera vegetal (o la que nos guste)

1 dl de leche

20 grs de pistachos limpios y sin salar

1/4 de vaina de vainilla

1/2 cucharadita de ralladura de naranja

1 cucharada de azúcar

3 yemas

1/2 cucharada de azúcar

Azúcar para empolvorear la cubierta

En una ollita poner la crema, leche, pistachos, vainilla, ralladura de naranja y la cucharada de azúcar, llevar a calor medio, revolviendo constantemente hasta ver que el azúcar se ha disuelto, si se nos sube la leche simplemente se sopa y se baja la temperatura. Retirar del calor y dejar templar por 10 minutos.

Batir las yemas con la media cucharada de azúcar hasta formar una crema color amarillo clarito.

Una vez tengamos templada a fría la crema anterior, se va colocando de a poco la mezcla de yemas y revolviendo a la vez.

Repartir la crema en los dos platitos para Crème brûlée o en ramequines no muy pequeños.

Colocar los platitos en una fuente para horno y añadir agua fría hasta que cubra la mitad de nuestros pocillos.

Precalentar el horno a 140°C y hornearlos por 1 hora, tendrán que verse cuajados.

Se retiran y se dejan enfriar completamente sobre una rejilla, mejor es de un dia para otro.

Una vez fríos, esparcir un poco de azúcar por encima de cada pocillo y sopletear hasta que se haya derretido todo el azúcar. También puede hacerse con el grill del horno, pero a mi no me gusta el resultado.

En casa solo comemos postres los fines de semana, una manera de redondear la comida cuando se está con tiempo para disfrutar cada plato.

Buen fin de semana a todos!