Chili-Brownie en conserva

Seguramente mi querido J. ha de pensar que me volví loca, bueno no, ha sido una excepción solamente. Ya muchos saben que no soporto el chocolate, ni su gusto ni su aroma, aunque me considero educada, ya que si me lo ofrecen en un sitio al que he sido invitada, me lo sirvo y no reclamo.

Si hay algo que me parece de mal gusto es, tener invitados y que sean delicados.

En Chile existe una heladería que logró mucha fama gracias a lo original de sus helados; frutillas a la pimienta, piña a la albahaca, chocolate al ají. Al ver esta receta pensé, esto tiene que ser muy bueno, tal cual los helados que hemos probado. Además de ser un bizcocho original es bastante sano pues lleva harina de espelta la que puede ser reemplazada por integral más harina blanca.

Apto para grandes y chicos, mi vecino catador de 5 años se devoró practicamente solo este brownie, por lo que pensé, prueba superada.

Se me ocurrió hacer una segunda receta, esta vez, inspirada en el evento mensual de CSC#2, esta vez organizado por Sika, la cual pide recetas para conquistar y que tengan un toque rojo, dicen que el chocolate es conquistador (?) y el toque rojo lo ha dado el ají y los tarritos :-).

No soy de celebrar nada, nada que tenga que ver con fiestas comerciales como San Valentín, día de la madre, día del padre, navidades ni demases. Consideramos que los regalos se hacen cuando se sienten, se puede y se desea, sin importar época del año.

Sin embargo puede que esta idea ayude a muchos, lo vi primero donde Sonia, luego en el recién descubierto blog de Alba, que finalmente me llevó a los amigos de la Cocina roja, autores de esta maravilla de idea (un abrazo muy especial para ellos). Sí, una idea para regalar, para matar el antojo de las visitas inesperadas o simplemente para tenerlo siempre a mano.

Duran 6 meses y resulta un brownie inolvidable y ojo que no lo digo yo.





Para esterilizar los frascos he usado el método que nos enseña Oli, consiste en meterlos dentro del lavavajillas y luego secarlos dentro del horno a 140° por 10 minutos, inmediatamente después se engrasan y se reservan para ser llenados. Si no tienes lavavajillas simplemente escalda unos minutos en agua hirviendo y seca boca abajo sobre un paño limpio.

Ingredientes:

200 grs de chocolate en tableta amargo

2 cucharadas de cacao en polvo

4 huevos

150 grs de azúcar rubia

150 ml de aceite girasol

1 pizca de esencia de vainilla

100 grs de avellanas o nueces troceadas

2 cucharaditas de chili seco (regalo de Zulma)

1 pizca de sal

80 grs de harina de espelta

o (si no encuentras)

60 grs de harina blanca

20 grs de harina integral

Derretir a baño maría el chocolate. Batir los huevos con el azúcar y el aceite, mezclar bien y añadir la vainilla, chili, harina y sal.

Unir los chocolates e incorporarlos al batido anterior, eventualmente partir las avellanas y agregarlas.

Precalentar el horno a 170°C y rellenar los frascos hasta la mitad (un poquito menos) si son de 250 ml, o enmantecar un molde cuadrado, verter el batido y hornear por 30 minutos.

Hornear los frascos sin la tapa, al sacarlos del horno tapar en caliente y volcar para producir vacío.

(es recomendable hornear primero un frasco para probar que no se desborde el relleno).

Para el horneado tradicional, dejar enfriar y luego cortar en trozos cuadrados.

Servirá para obsequiar, etiquetando los frascos y dándole un toque de regalo o para cuando tengas visitas inesperadas, una bola de helado y el postre solucionado.

El chocolate les gusta a todos. (menos  a mí).

Si haces el método tradicional puedes congelarlos perfectamente.

Que lo disfruten!